Existen numerosos caminos que recorren el Valle de la Fuenfría: la Calzada Romana, coincidente allí con el Camino de Santiago, el Camino Schmid, el Camino Puricelli o Carretera de la República, el Camino del Agua, la senda Victory, la Calzada Borbónica, etc. Cada uno con una historia y una funcionalidad pasada y/o presente. Algunos ya estaban documentados desde el siglo XIII, siendo los montañeros Eduardo Schmid y Antonio Victory los primeros que en 1913 empezaron a señalarlos para el tiempo presente.
Esta ruta, tantísimas veces rodada por los bikers madrileños, quizá resultase adecuada para ser una de las primeras escaladas a la sierra de Óscar, más acostumbrado a las rutas de pseudo-planicie del SE madrileño. Por otro lado a todos nos permitiría conocer, mejor dicho yo tenía especial interés en explorar por fin el tramo del Camino Schmid en la vertiente Norte de Siete Picos, que tantas veces he dejado de lado en todas las ocasiones que he ascendido a la Fuenfría.
Esta ruta, tantísimas veces rodada por los bikers madrileños, quizá resultase adecuada para ser una de las primeras escaladas a la sierra de Óscar, más acostumbrado a las rutas de pseudo-planicie del SE madrileño. Por otro lado a todos nos permitiría conocer, mejor dicho yo tenía especial interés en explorar por fin el tramo del Camino Schmid en la vertiente Norte de Siete Picos, que tantas veces he dejado de lado en todas las ocasiones que he ascendido a la Fuenfría.
Algunos problemas técnicos de uno de nosotros en el trayecto a Cercedilla, hicieron que comenzáramos a rodar algo más tarde de lo previsto, aproximadamente a las 09:00h. Para lograr una ascensión lo más tendida posible, elegimos hacerlo por la Carretera de las Dehesas.
Después de algo más de 2km de ascensión al 6,1% suavizados por el asfalto, llegamos al Centro de Educación Ambiental, donde nos podrían dar información sobre diversas excursiones y otras actividades que podríamos realizar en el valle. Allí tenemos dos carreteras alternativas que con el mismo destino confluyen hacia nosotros en Y. Tomamos la carretera de la izquierda, aparentemente es la más difícil pues desde allí su pendiente se inclina amenazadora hacia arriba, mientras que por la derecha casi se ve en horizontal, pero más adelante esta recuperará nuestra cota de forma muy agresiva, cortando las curvas de nivel a 90º.
Sobre el km 4 abandonamos la posibilidad de encontrarnos con tráfico motorizado, una barrera lo impide. En alguna ocasión Álvaro y yo hemos aparcado allí el coche ahorrándonos el duro tramo anterior. El asfalto progresivamente va dando paso a una pista de tierra, conocida como Carretera de la República trazada en los años 30 del siglo pasado. Llegamos a la Pradera de Corralitos, donde recuperamos el aliento durante unos pocos minutos.
Cruzamos una segunda barrera y la pendiente se hace algo más llevadera, ahora baja a una media del 4,78%, y así seguirá de forma tendida durante los siguientes algo más de 3km, hasta llegar a los miradores en memoria de los poetas de mediados de los 80, donde es obligatorio parar si nunca lo has hecho como era el caso de Óscar. Junto a la pista se encuentra el Mirador de Vicente Aleixandre (1985), pero quizá el de Luis Rosales (1986), unos 150m más alejado, es el que nos ofrece una mejor panorámica sobre el valle en dirección al Embalse Valmayor.
La cuesta en ascenso ha desaparecido, ahora llaneamos durante unos 500m para parar en el curioso reloj de sol (1995) en memoria de Camilo José Cela. E inmediatamente después cruzamos la Pradera de Navarrulaque y volvemos a subir, los últimos pocos kilómetros no muy duros, solo al 3,55% antes de llegar al Puerto de la Fuenfría. Y por el camino nueva parada para admirar el paisaje, esta vez en el Mirador de la Reina.
Prácticamente no sacamos los pies de los pedales al llegar al Puerto de la Fuenfría, donde confluyen varios caminos, quizá el más llamativo, con un gran mojón de piedra haciéndose destacar, sea la Calzada Romana por donde también va el Camino de Santiago.
Un tramo de la Senda de los Cospes nos acercó al Camino Schmid. La vez que Álvaro y yo nos dispusimos a hacerlo, no duramos mucho, demasiado técnica para los dos, y abandonamos al poco tiempo. Pero esta vez yo estaba dispuesto a conocerlo de cualquiera de las maneras. Cuando vas a un sitio sabiendo lo que te vas a encontrar pues resulta que no es tan frustrante. Tenía la esperanza de que más adelante, según te vas acercando a Navacerrada, el camino mejorase, y así va siendo realmente, cada vez había más tramos en los que a pesar de mi poca técnica podía montar, pero... a alguien se le ha ocurrido la idea de ponérselo difícil a los bikers situando numerosos obstáculos en la senda, como piedras que obligan a hacer zetas imposibles para mí, así que el Camino Schmid fue un constante subir y bajar de la bici, en una senda casi siempre ascendente.
El camino Schmid desemboca en Navacerrada junto a la residencia militar de asueto Los Cogorros. Para alegría de Óscar, estamos en el punto más alto de nuestra ruta, ahora todo para abajo. Tras un breve descanso nos dirigimos al Puerto de Navacerrada, dejándonos caer por la carreterilla de acceso a la residencia prácticamente sin un solo coche.
Un kilómetro más rápido aún, esta vez por la M-601, nos permitió acceder junto a la estación de Cercedilla, y allí coger el Camino del Calvario. Demasiado pedregoso para mí, así que desmontaba cada dos por tres, aunque afortunadamente a Óscar y Álvaro le resultó bastante más asequible, así que iban delante siguiendo mi consigna: "si el camino sube, no es por ahí"
Por fin se acaban las piedras. El track hace un giro brusco a la derecha y pasa junto al Pino Albar de la Cadena en memoria del padre de Ricardo Urgoitiz, antiguo director del diario El Sol y montañero, que recibió en ese lugar la noticia del fallecimiento y se le ocurrió esta singular forma de perpetuar su recuerdo. Allí forjado en hierro, reza este epitafio: "A su querida memoria, 1840-1924"
Ahora seguimos descendiendo próximos al Río Navalmedio, incluso lo vadeamos. Pasamos junto al Embalse del mismo nombre y entramos en Cercedilla por el GR 10.
Esta es una ruta indicada para el verano pues en todo momento estamos rodeados de bosques de pino silvestre que nos protegerán del calor solar. No muy dura, tan solo lo que supone subir suavemente un puerto, y si se dispone de algo de técnica resultará muy llevadera. La parte que no conocía, el Camino Schmid, me ha resultado realmente bonito y merece la pena recorrerlo al menos una vez, aunque nos resulte demasiado técnico para nuestro nivel. Gracias a Óscar y Álvaro por su compañía, creo que disfrutaron de la mañana tanto como yo.
Esto ocurrió: el 3 de julio de 2011.
Estuvimos allí: Óscar, Álvaro y BikerTB.
Según mi GPS:
Según mi crono mecánico: distancia 30,94km; tiempo rodando 3h04'; media 10,06Km/h; punta 37,47km/h.
Índice IBP: 60AA [detalles]
Track en Wikiloc: Cercedilla - Puertos de la Fuenfría y Navacerrada
NOTA: Hasta pasados los primeros miradores no me acordé de activar el track-log, así que los datos procedentes del GPS son un enlace de ese día con parte del de otra ocasión en la que también ascendí a la Fuenfría, más o menos al mismo ritmo. Aún así, creo que resultan suficientemente exactos.
2 comentarios :
Bonita ruta, la guardo para alguna proxima ocasión. El pasado fin de semana pase por la Fuenfria, pero tiré hacia la izquierda, por el collado de la Marichiva, el río Moros y el alto de los Leones. Como bien has dicho varias veces si llevas tu ritmo las subidas se hacen llevaderas.
Pero Naaaaano... que sorpresa me has dado, me alegro de que por fin te hayas decidido a perder el miedo a las subidas. Enhorabuena. Será un placer coincidir en alguna.
Saludos.
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