Hoy completo otro año más con mi bici urbana, y ya suman dos. La ilusión de los primeros días ahora se ha convertido en costumbre, y actualmente hasta me resulta en cierto modo extraño cuando ocasionalmente debo desplazarme al trabajo en otros medios. Y no es que sea un radical de la bici aunque muchos me vean así, como se puede ver en la gráfica adjunta de este último año, sigo usando el metro y el coche, aunque solo cuando lo creo razonablemente necesario. La bici en el taller, una lesión generalmente adquirida en mi lado MTB, un bulto demasiado grande para llevarlo en la bici o algo que hacer con urgencia por ejemplo, harán que utilice los medios de desplazamiento alternativos. ¿Curiosa mi definición no?, llamo
alternativos al transporte público y al coche privado.
En esos meses he tenido alguna que otra situación complicada como ciclista urbano, momentos excepcionales que tienden a destacar en la rutinaria vida diaria, pero precisamente por ser ocasionales no se pueden extrapolar al resto del tiempo. Las situaciones puntuales se dan en cualquier aspecto de nuestra vida. Lo que sí es cierto es que prácticamente todos mis días de bici urbana han estado llenos de normalidad, y esta situación poco llamativa es lo que no se suele destacar, ¿no es mucho más interesante no tener ningún incidente que contar la gran mayoría de los días? Yo pienso que sí.
(Puedes observar a diario como evoluciona mi cuadro de trayectos urbanos en
este pequeño rincón del blog)
1 comentario :
Hola,
Enhorabuena por tu segundo año haciendo de la bici casi tu único medio de transporte.
De paso, aprovecho para felicitarte en tu cumpleaños y desear que puedas seguir durante muchos años disfrutando y algunas veces sufriendo, de la bicicleta y deleitándonos con tus excelentes crónicas.
Un abrazo.
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